junio 23, 2011

La Profesión Veterinaria

Claude Bourgelat (27 de marzo de 1712 – 3 de enero de 1779) fue un veterinario francés.
Bourgelat nació en Lyon. Fue fundador de institutos de enseñanza superior de veterinaria en Lyon en 1762, y después en Maison Alfort. Puede ser considerado como el fundador de la Hippiatrica (medicina de caballos) en Francia.
En 1761, publicó Eléments de l’art vétérinaire, obra fundadora de una verdadera medicina veterinaria científica. El mismo año, es nombrado director de la recién creada Escuela Nacional Veterinaria de Lyon (la escuela todavía lleva su nombre hoy en día). En 1765 fundó la Escuela Veterinaria de Alfort.



El año 2011 representa el 250° aniversario mundial de la profesión veterinaria, de la mano del creador de los primeros establecimientos de formación, Claude Bourgelat. Desde sus orígenes, las ciencias veterinarias están al servicio de la salud del animal, y también de la del hombre, y es por eso que este aniversario es un evento que se festejará en todo el mundo.



La primera escuela veterinaria del mundo fue fundada en 1761, en Lyon, Francia.



Inmediatamente, fue seguida por la de Alfort, cerca de París, en 1764. Ambas fueron el resultado de la iniciativa de Claude Bourgelat. Por consiguiente, el año 2011 representa el 250° aniversario de la enseñanza veterinaria.



Al crear los primeros establecimientos de formación, BOURGELAT inventaba al mismo tiempo el oficio de veterinario. El año 2011 es, por lo tanto, también el 250° aniversario de la profesión veterinaria en el mundo.



Pero el genio de Bourgelat fue más lejos. Efectivamente, gracias a su fructífera colaboración con los cirujanos lioneses, también fue el primer científico que se atrevió a decir que al estudiar la biología y la patología del animal, se podrían entender mejor las del hombre. El año 2011 es pues también el 250° aniversario del concepto de “biopatología comparada”, sin el cual la medicina moderna no habría nacido nunca.



Por todo ello, es mucho más que la creación de la formación veterinaria aquello que debemos celebrar en todo el planeta: es importante festejar nuestra profesión veterinaria al servicio de la salud del animal y también de la del hombre, desde hace 250 años.



El principal objetivo del evento, en los distintos lugares del mundo, es recordar a la opinión pública y a los responsables políticos de la mayoría de los países que:




Nuestra profesión lleva 250 años al servicio de la humanidad.




El veterinario, además de ser médico de animales y defensor de su bienestar, es en la actualidad una pieza clave de la salud pública, por el papel que desempeña en:



* la lucha contra el hambre en el mundo,



* la lucha contra las zoonosis,


* la vigilancia de la calidad y la inocuidad de los alimentos,



* la investigación biomédica,



* la protección del medio ambiente y la diversidad biológica,



* el bienestar de los animales.




Este festejo constituye un suceso de relevancia internacional, que cuenta con 29 Miembros Asociados y 620 miembros correspondientes, entre otros.




El Comité Nacional Argentino está a cargo de Marcelo Miguez, Decano de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires.




El 10 de marzo en el anfiteatro de la Facultad de Ciencias Veterinarias UBA, se realizó la ceremonia oficial de inauguración de Vet 2011, dando comienzo a las actividades en Argentina de la conmemoración de los 250 años de la primera escuela veterinaria del mundo.



La bienvenida estuvo a cargo de Marcelo Miguez como Presidente del Cómite Organizador Argentino de Vet 2011, quien dirigió unas palabras ante un anfiteatro colmado.



Allí expresó un profundo orgullo y honor ya que “siendo veterinario, esta celebración me encuentra en un lugar tan destacado y particular, como es el de dirigir los destinos de esta casa de estudios”.



Además agregó: “Los veterinarios argentinos nos unimos a esta celebración en concordancia con el lema de Vet 2011: Veterinario para la salud, Veterinario para la alimentación, Veterinario para el planeta, dando comienzo con este acto inaugural a una serie de actividades que desarrollaremos a lo largo de todo el año”. Miguez también destacó que “acorde a este festejo mundial y como Presidente del Comité Organizador Argentino, siguiendo los lineamientos marcados por la Junta Directiva de Vet 2011, tenemos como misión recordar a la opinión pública y a los responsables políticos de los países participantes que nuestra profesión lleva 250 años al servicio de la humanidad; que el veterinario, además de ser el médico de los animales y el defensor de su bienestar, es en la actualidad una pieza clave de la salud pública por el papel que desempeña en la lucha contra el hambre en el mundo, la lucha contra las zoonosis, la vigilancia de la calidad y la inocuidad de los alimentos, la investigación biomédica y la protección del medio ambiente y de la diversidad biológica”.




Finalmente, y luego de realizar un recorrido por la historia que marcó el hito que dio origen a este Año Veterinario Mundial, destacando la figura de Claude Bourgelat, como fundador de la primera escuela veterinaria fundada en Lyon, Francia en 1761, dijo: “Me parece importante destacar la preeminencia que tiene nuestra tarea en todo el entramado social, se desarrolle ésta aislada o interdisciplinariamente.



Áreas que van desde la salud pública, la participación en la cadena agroalimentaria, la atención de grandes animales, la atención de animales de compañía, los desarrollos en investigación, el bienestar animal, la terapia asistida con animales, hasta la participación en cargos públicos”.



A modo de cierre, Marcelo Miguez convocó a todos los colegas a que “este Año Veterinario Mundial, cada uno de nosotros, desde nuestro lugar de trabajo, sea un activo promotor de nuestra profesión”.



Fuente Infovet 114, abril de 2011. Publicación Mensual de la Facultad de Ciencias Veterinarias UBA.

junio 15, 2011

Las mascotas producen felicidad

Por qué jugar con nuestras mascotas produce felicidad.

Según dos estudios en Japón.
Expertos lo atribuyen a un aumento de la "hormona del amor".
Compartir tiempo con una mascota mejora el humor y reduce la depresión y la ansiedad.
"New Scientist"
Londres (R. Unido).- Según parece, un animal doméstico es capaz de proporcionarnos una experiencia emocional similar a la del contacto con los niños. Dos nuevos estudios demuestran que luego de jugar con sus mascotas los dueños sufren en su interior un "estallido" de una hormona asociada con el instinto maternal, el enamoramiento y el placer.
Se trata de la oxitocina, conocida también como la "droga del amor", que disminuye el estrés, combate la depresión e influye en la construcción de la confianza entre las personas. Varios estudios sobre ratas y ratones probaron también la influencia de la oxitocina en la formación de los vínculos interpersonales y en la construcción de la memoria social.
Entonces, los biólogos Miho Nagasawa y Takefumi Kikusui, de la Universidad de Azuba, en Japón, se preguntaron si el contacto social entre miembros de dos especies distintas también elevaría los niveles de oxitocina. "A los dos nos gustan mucho los perros y ambos sentimos que algo cambia en nuestros cuerpos cuando nos miran", dijo Kikusui.
Los biólogos convocaron a 55 personas con sus mascotas para participar en una sesión de juegos en el laboratorio. Antes y después del ensayo, que consistió en dejarlos jugar libremente con sus perros, les midieron los niveles de oxitocina mediante un análisis de orina.
Luego, los investigadores le pidieron a otro grupo de participantes que se sentara en una habitación y tratara de evitar en todo momento el contacto visual con sus animales.
Los biólogos grabaron las sesiones de ambos estudios, midieron cuánto tiempo los perros habían mantenido la mirada en sus dueños y, según los resultados, dividieron al grupo que había podido jugar con sus mascotas en dos subgrupos: mirada de larga duración (aproximadamente 2,5 minutos) y mirada de corta duración (menos de 45 segundos).
Nagasawa y Kikusui descubrieron que el nivel de oxitocina en los participantes que habían pasado mayor tiempo haciendo contacto visual con sus mascotas era 20% más alto. En cambio, los niveles de la hormona en quienes no habían podido mirar a sus mascotas fueron levemente más bajos que al inicio del estudio. - El poder del humor
Para Kikusui, el contacto visual es positivo para el vínculo entre el dueño y su mascota. Los participantes que habían tenido contacto visual por más tiempo con sus perros consideraron que esa relación les producía más satisfacción que al otro grupo.
Aun así, cuando en un segundo ensayo se le pidió a ese mismo grupo que no mirara a sus animales durante una sesión, los participantes experimentaron un leve aumento de los niveles de oxitocina.
Un aumento excesivo de esos niveles de la "droga del amor" podría explicar, según Kikusui, por qué jugar con perros puede mejorar el humor y reducir los síntomas de ansiedad y de depresión. Los resultados de estos ensayos aparecen publicados en la revista "Hormones and Behavior".
Los biólogos japoneses sugieren también que la oxitocina podría haber tenido un papel importante en la domesticación de los lobos hace unos 15.000 años. "Quizás -argumentó Kukusui-, durante el proceso evolutivo, los seres humanos y los perros compartieron los mismos comportamientos sociales", como el contacto visual y los gestos con las manos. "Ese sería el motivo por el cual los perros se han podido adaptar a nuestra sociedad."
Sin embargo, el psicólogo Clive Wynne, de la Universidad de Florida, en Gainseville, se mostró escéptico respecto de que la liberación de oxitocina haya tenido un papel clave en la domesticación de los perros. "La evidencia genética demuestra que los lobos fueron convirtiéndose en perros cientos de años antes de que alguien pudiera sugerir que los seres humanos participaron en ese proceso", dijo.
De todos modos, el especialista estadounidense consultado opinó que la oxitocina sí podría explicar por qué algunos dueños parecen tener más devoción por sus perros que por sus familias. "Piensen, si no, en los 8000 millones de dólares que la dueña de la cadena de hoteles Helmsley, en Nueva York, destinó a instituciones protectoras de perros en lugar de a sus nietos", concluyó Wynne.