Didymosphenia Geminata o "Moco de Roca"
Este alga exótica invasora, que fue detectada por primera
vez en la Patagonia en el año 2010, se ha extendido a diversas cuencas
hídricas, modificando el paisaje, afectando a la biodiversidad y amenazando al
turismo y a la economía.
Más allá de los esfuerzos y la coordinación entre los
distintos niveles institucionales para controlar su avance en el marco de la
Comisión Técnica Regional Patagónica para el Control del Alga Didymo, es
responsabilidad de todos conocer y respetar las medidas de prevención
necesarias para no contribuir a su dispersión. Llevar ese conocimiento al
turista y a los pobladores locales ha sido el objetivo de esta campaña.
Los recaudos más
importantes para tener en cuenta a la
hora de visitar sitios de pesca y al realizar actividades acuáticas recreativas
son: REMOVER los restos de barro y algas; LAVAR con una solución salina de
medio kilo de sal o de 1 vaso de lavandina en 10 litros de agua durante media
hora; y dejar SECAR antes de volver a usar las embarcaciones, equipos, calzado
y trajes de baño en otros cuerpos de agua.
El alga Didymo o Moco de Roca (Didymosphenia Geminata) es un
alga originaria del hemisferio Norte, categorizada como una especie exótica
invasora altamente agresiva que produce grandes floraciones en cortos períodos de
tiempo que cubren el lecho del cuerpo de agua a lo largo de kilómetros, lo cual
incide en las propiedades ecológicas del río produciendo impactos negativos en
términos ecológicos, paisajísticos, turísticos y económicos.
Debido a que hasta ahora no se conocen mecanismos de
erradicación para el alga, resulta fundamental evitar su dispersión para
preservar lugares libres de Didymo.
El éxito de la expansión y el incremento de su población
depende de varios factores como ser la falta de depredadores naturales, la
abundancia de fuentes de alimento, una mejor tolerancia a la contaminación, los
factores de estrés y otras enfermedades, pudiendo dejar fuera del nicho
ecológico que ocupan en la actualidad especies autóctonas menos agresivas.
La especie puede sobrevivir fuera del agua en lugares
frescos, húmedos y oscuros por más de 40 días. Por lo tanto, los equipos
vinculados a actividades acuáticas de pesca, buceo, navegación (canotaje,
kayacking, rafting, kitesurf, windsurf) y actividades no recreativas como obras
hidroviales, patrullajes, investigación y educación entre otras, constituyen
vectores de propagación donde las células pueden ser trasladas a otros sitios
no invadidos.
Otro factor de propagación a considerar pueden ser los vectores
naturales de dispersión.
En 2007, un grupo de investigadores había advertido el
riesgo de invasión en países como Perú, Chile y Argentina, y presentaron un
mapa de riesgo basado en los ambientes adecuados para el desarrollo de la
especie (elaborado por McNyset & Julius, 2006).
En el año 2010 se observaron desarrollos masivos de la
especie en la Patagonia chilena en los ríos Espolón y Futaleufú, y en la
primavera del mismo año se reportó por primera vez en Argentina en el río
Futaleufú en la Provincia del Chubut, habiéndose expandido en los años
siguientes a las provincias de Río Negro, Neuquén y Tierra del Fuego.
La regulación de las actividades que han sido identificadas
como riesgosas para la dispersión de Didymo requiere la participación conjunta
de los sectores de Ambiente, Turismo, Áreas Protegidas, Acuicultura y Pesca.
Para ello, se está trabajando en implementar la Estrategia Regional para el
Control de la Didymo (ERCD) y su Plan de acción.
La SAyDS coordina las acciones con las instituciones que
forman parte de la Comisión Técnica Regional (integrada por representantes
técnicos de las provincias patagónicas afectadas, de la Administración de
Parques Nacionales, de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuenca de los ríos
Limay, Neuquén y Negro y la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de
la Nación) y del Grupo de Organismos Nacionales, e integra la estrategia dentro
de las políticas nacionales.
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