Para mí tiene especial significancia epidemiológica, dado que el Desmodus rotundus es el principal transmisor de Rabia paresiante en el norte de Argentina, habiendo brotes todos los años en Salta, Jujuy, Formosa, Chaco, Catamarca.
"Así comparten su alimento los vampiros (Desmodus rotundus)".
Investigación y Ciencia 1989. Gerald S. Wilkinson. Resumen
Este artículo refiere el altruismo en esta especie, hasta donde llega, sus consecuencias, si solo se da en los individuos con parentesco o no. El área de estudio es en Costa Rica (en la Hacienda la Pacífica). Lo que primero hicieron los investigadores de este artículo fue marcar a los vampiros que tenían sus refugios diurnos en troncos de árboles e instalaron algunos radiotransmisores en algunos individuos, etc. De esta manera averiguaron que la organización social estaba dominada por las hembras (de 8-12) y un número igual que las crías. La reproducción es constante a lo largo de todo el año, ya que encontraron crías todo el año. Los machos alcanzaban su madurez sexual a los 12-18 meses y abandonan a la madre, mientras que las hembras permanecen junto a ella, e incluso coinciden varias generaciones en el mismo hueco de árbol. Los lugares donde solo descansan los machos, defienden los lugares más privilegiados del hueco, ( no defienden "harenes" como otras especies de quirópteros, sino territorios,) y forman jerarquías de dominancia . Llegan a ser tan agresivos al defender sus territorios que pueden llegar hasta la muerte, pero normalmente sus asociaciones son estables y fluidas.El autor distingue en la población que estudió, tres grupos, aislados entre si, de unas 12 hembras adultas cada uno, y la organización de cada subgrupo variaba continuamente. Cada grupo disponía de los "derechos" de unos 6 árboles y cambiaban a lo largo de cada semana. Hicieron análisis bioquímicos y descubrieron que alrededor de un 50% de las crías compartían el mismo padre.Esta especie tiene una esperanza de vida de unos 18 años (análisis dentales) y algunas hembras permanecían juntas mucho tiempo (comprobados un caso de 2 hembras junta 12 años), creando una relación de reciprocidad estable y prolongada. Pretende el autor averiguar las pautas que existen a la hora de compartir el alimento, si había algún patrón determinado o era aleatorio.Muestra: 110 casos de regurgitar comida a otros individuos, de las cuales el 70% era a la propia cría y un 30% de hembras que regurgitaban a crias que no eran las suyas. Sus resultados eran que el parentesco y la asociación eran parámetros a destacar a la hora de regurgitar la sangre, o sea, que los vampiros seleccionan a los individuos a la hora de compartir el alimento. ¿Era recíproco el compartir alimento?. Esto lo hicieron experimentalmente con ejemplares en cautividad. El artículo describe la metodología. Los resultados fueron: solo compartían sangre los individuos de las misma población (solo un caso entre extraños), y dentro de la misma población no era al azar el compartir alimento; en los murciélagos no emparentados existía una camaradería mutua y exclusiva (hoy por mi mañana por ti).Otra pregunta que se plantearon el autor y su equipo fue cual era el coste para el donante de donar sangre, el peligro de salvar la vida de aquel sin arriesgar la suya propia. Describe la metodología, tambien con ejemplares cautivos -necesidades energéticas, limitación de sangre, etc., cálculos numéricos, etc- y los resultados fueron que se debía de dar un reconocimiento individual a la hora de donar sangre (lo hemos dicho antes). Menciona que el aseo social contribuye al reconocimiento entre individuos (sugiere que tanto olfativamente como acústicamente se reconocen los individuos), y también es una forma de solicitar comida. Para demostrar que la donación beneficia a la especie tienen que demostrar que la supervivencia es mayor en los vampiros que comparten su alimento. El 30% de los vampiros inmaduros (- 2 años) no conseguían su ración de sangre en una noche y en los adultos este porcentaje era del 7/% (por término medio un vampiro debía consumir de 20-30 ml de sangre cada 60 horas, y un vampiro al borde de la inanición ganaba 12 horas si encontraba algún donante, y el donante perdía unas 12 horas, lo cual le quedaban 36 horas y 2 noches de caza más). Después de algunos cálculos matemáticos estimaron que la mortalidad anual para los adultos no socorridos por otros sería del 82% y como la mortalidad real era del 24% anual llegaron a la conclusión que compartir alimento viene primado por la selección natural.No demostró, aunque si mencionó, si detectan o no a los tramposos, y si los excluirían del sistema, pero por lo que yo deduzco, creo que un vampiro excluido, tiene unas altas probabilidades de morir".
Referencia de la web: Barbastella, el Mundo de los Murciélagos. http://www.barbastella.org/
Agradecemos la foto a la MV María Andreu, pionera y referente en la lucha antirrábica en la provincia del Chaco, Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario